Diario de la Ciudad de Manuel Alberti (4-2-25) www.manuelalberti.com.ar El 3 de febrero de 1813 se produjo el Combate de San Lorenzo, un enfrentamiento armado entre las Provincias Unidas del Río de la Plata, representadas por el Regimiento de Granaderos a Caballo, a cargo de su creador, en ese entonces coronel José Francisco de San Martín; y por el otro, los realistas que se encontraban sitiando la ciudad de Montevideo, al mando del capitán Antonio de Zabala. Este combate que tuvo lugar en las cercanías del convento franciscano de San Carlos, situado en la ciudad de San Lorenzo, actual provincia de Santa Fe, fue el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a caballo y fue el único combate luchado por el Regimiento y San Martín en territorio argentino.
A 212 años de esta gesta sin duda el General Don José de San Martín jamás habría imaginado que su legado iba a sufrir constantes faltas de respeto en el Partido de Pilar, desprecio propiciado por el Intendente populista, Federico de Achával.
A las faltas de apoyo y reconocimiento en los acampes realizados cada año en la Posta Pinazo. VER NOTA RELACIONADA Y la vandalización de su monumento en Manuel Alberti en 2023. VER NOTA RELACIONADA ahora se le suma la falta de cariño y respeto por el Jefe Comunal de Pilar a la llama eterna de la plaza 12 de octubre encendida por primera vez en 1978 , perteneciente al busto del Padre de la Patria inaugurado en 1958.

El nombre oficial que se le da a esta llama es “Llama Votiva” y es un fuego que arde de manera continua y que se utiliza para honrar a personas o hechos importantes. En Argentina, la llama votiva se utiliza para homenajear a figuras como el General José de San Martín y a los soldados que participaron en la emancipación del país.
Mientras el pasado 3 de Febrero en muchísimos lugares de la República Argentina se realizaban homenajes al Libertador de América, la imagen que recorrió el país desde Pilar, es la del olvido y la negación al prócer de la Patria.
Muchos vecinos e incluso allegados a su entorno se preguntan ¿Qué le sucede al Intendente de Pilar con la figura del General Don José de San Martín? ¿A caso su ambición política por buscar un puesto en la Provincia de Buenos Aires o en la Nación en las próximas elecciones lo obnubilan de los deberes básicos de un Argentino, cómo lo es poner en valor el sentimiento por los próceres? ¿Tendrá algún problema con la figura del Padre de la Patria por haber sido este un militar? ¿Si firmó y avaló resoluciones junto a concejales para proteger el patrimonio sanmartiniano por qué lo rechaza?
En escueta biografía en Wikipedia del actual Intendente de Pilar (de tan sólo 14 renglones y con una cita requerida a supervisión) dice que Federico De Achával “Es conocido por su gestión enfocada en la educación pública, la inversión en salud y el desarrollo productivo local” lo que no estaría siendo sostenido por actitudes como las mencionadas anteriormente haciendo que su Imagen en los rankings de intendentes está a la baja en la actualidad.

De todas maneras fervientes seguidores Sanmartinianos Pilarenses , vecinos e instituciones , incluyendo Granaderos y ex granaderos ya han manifestado su enojo y condena a la falta de respeto al Padre Libertador, encontrándose en conversaciones muy activas para actuar en consecuencia para volver a poner en valor la figura del General San Martín en Pilar.
Por suerte la vida y obra Sanmartiniana ha sido tan grande que su epopeya sigue estando presente en todo el país y el mundo (excepto en el Pilar de Federico De Achával)
La Batalla de San Lorenzo es un ejemplo de la hazaña militar que protagonizó San Martín, habiendo pasado y detenido su ejército en la Posta Pinazo de la Lonja, en Pilar.
En aquel enero de 1813 el gobierno de Buenos Aires le encargó a San Martín la protección de la costa del río Paraná entre Zárate y Santa Fe, zona que controlaban los realistas. El 28 de enero, el futuro Libertador, que esperaba ansioso la oportunidad de entrar en combate, marchó junto a sus granaderos, siguiendo el avance realista por las costas del Paraná. San Martín destinó vigías que, desde tierra, siguiesen los movimientos de los buques españoles y, gracias a ese trabajo de inteligencia, decidió esperar el desembarco cerca de la posta de San Lorenzo, estableciendo su cuartel en el convento de San Carlos.
Cuando los realistas desembarcaron, San Martín y sus granaderos los atacaron con un movimiento de pinzas ya que cargando desde la parte trasera del convento, los rodearon y forzaron al enemigo a replegarse hacia sus buques.
Durante el combate el caballo de San Martín fue alcanzado por una bala de cañón y en consecuencia, el futuro general resultó herido, quedando inmovilizado por el animal. En ese momento el granadero Juan Bautista Baigorria intervino heroicamente al matar al soldado realista que iba a dar muerte a San Martín con su bayoneta. En tanto, el soldado correntino Juan Bautista Cabral ayudó a liberar a San Martín de la opresión del caballo, salvándole la vida.
En esta heroica acción, el capitán Justo Bermúdez, el teniente Manuel Díaz Vélez y el soldado Juan Cabral perdieron la vida, siendo conmemorados en la Historia Argentina. Aunque se cree que Baigorria falleció en el combate de San Lorenzo, los registros indican que sirvió en el ejército de los Andes hasta aproximadamente 1818. San Martín atribuyó a Cabral la frase, en guaraní, “muero contento hemos batido al enemigo”, en sus últimos segundos de vida, según una carta enviada a la Asamblea.
La llegada de las tropas de Bermúdez impidió que los realistas se reorganizaran, asegurando la victoria de San Martín. Los realistas huyeron precipitadamente, algunos lanzándose al río y pereciendo ahogados.
El combate, que duró aproximadamente 15 minutos, tuvo consecuencias estratégicas significativas ya que luego de esta primera victoria del Regimiento no se realizaron más campañas de los realistas de Montevideo hacia el río Paraná. Además de ser el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a Caballo, este combate fue un paso importante hacia la liberación de Argentina del dominio español que contribuyó luego al proceso de independencia en América del Sur.